Hasta allí nos desplazamos la mayor parte del equipo: Marian, Paco, Carlos, y Víctor. Esta vez M. Carmen, Paula y Nuria se reservaron pero allí estuvieron para darnos su apoyo incondicional.
El recorrido un clásico, recorriendo el casco antiguo de la Villa de Requena, que con sus 8900 m y sus continuos sube y baja, unidos al frío y al escaso entrenamiento invernal, nos hizo "sufrir" a más de uno.
El ambiente excepcional, mucha gente animando, y hoguera en la plaza incluida.
La bolsa del corredor, con camiseta y buen embutido de la zona.
Tras una merecida ducha en el polideportivo cena homenaje con excelente vino de la tierra.
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